domingo, 12 de marzo de 2017

Vida

Sí, estoy enamorada de la melancolía, de su lluvia, que se cuela en mis entrañas y se cala en mis huesos.

Estoy enamorada de las notas del viento, de los árboles caídos, de cómo frotan sus cuerdas contra la pureza de la humedad.

Me enamoré del siseante atardecer,
rojo intenso fuego de atmósfera.

Y me rendí a su chelo, a su vibrante desesperación y sonreí, sonreí como una pequeña bajo la lluvia, empapándome de vida, de amor, de tristeza, de llantos fallidos y triunfos sonados.

Era vida.
Vida.

miércoles, 3 de febrero de 2016

Dejarlo todo

Dejé de reír,
         de soñar, 
         dejé la vida a un lado, 
         aparqué mi alma bajo un sauce, 
                                       y lloré con él.

Acabé con la sequía de mi tristeza, 
exterioricé como un volcán dormido, 
         y me enterré bajo las cenizas
                                       de mi propia pena. 

Por mucho que lo intentaba,  
   no era capaz de ver el sol.
Desgarré mis manos escarbando
             en la superficie de mi piel
                                        y cejé en mi empeño.

Me dejé caer, 
                  hundirme
                             en el campo de amapolas, 
                                                               podridas todas,
                                                                            del centro de mi ser. 






Y dejé, precisamente, de ser. 



sábado, 16 de noviembre de 2013

Empezar de nuevo

Se escapó mi amor en un último aliento, 
un suspiro en el vacío sin dueño.
Entre mis dedos huyó como el humo en el viento, 
y mientras, sigo esperando su regreso. 

Y vendrá tarde y fresco, 
inocente y nuevo, 
ambicioso de recuerdos e historias, 
temeroso de lágrimas y miedo. 

Es un círculo vicioso, 
un remolino incierto, 
pero repleto de tantas salidas 
como entradas tiene el universo. 

Si respiro hondo y escucho el silencio, 
notaré mi amor volviendo a mi cuerpo, 
limpiando mi cara,
renovando mis sueños. 

Mis recuerdos permanecen, 
pero ya es hora de crear unos nuevos.

domingo, 6 de octubre de 2013

Sinceridad y transparencia

Admitiré y asumiré como persona adulta que soy, que sigo enamorada de ti. Quizá no quiera, simplemente, obligar a mi memoria a borrar todos esos recuerdos, esas conversaciones que tuve contigo. Sigo recordando las primeras palabras, las bromas que gastábamos, las horas que pasábamos contándonos absurdas anécdotas o sorprendiédonos el uno del otro. Y sé que tú tampoco lo has olvidado.
Breve pero intenso fue el tiempo que pasé a tu lado. Esta entrada no es para pedirte nada, de hecho estoy segura que ya ni lo lees, pero necesito decirlo al mundo, ser por una vez sincera y transparente, sin pedirte nada a cambio, sin querer oír consejos como los de "pasa página, olvídale." ¿Por qué olvidar a la persona que marcó una etapa de mi vida importante? ¿Para qué borrar todos esos momentos?
Tus problemas con el marrón oscuro, que no es negro pero que nunca aciertas que lo es. Desear viajar a las estrellas; ver las auroras boreales. El tupper de galletas que me perdiste. Todas las pelis del cine. Lo mal que te indicaba el camino de vuelta, las risas, los despistes, los "tierra trágame"... Qué auténticos éramos al principio, cuando nos enfadábamos por tonterías y nos dábamos la mano como si nunca pasara nada. El hielo que no es agua y el alma que no existe.
Y todavía la gente me pide que olvide. No quiero. Tampoco culpo a nadie. No juzgo, no me enfado. Por que como tú dijiste una vez, que me quiten lo bailado, esta tarde nunca me la arrebatarán.

Ocupas un lugar muy importante en mi corazón y aunque pasen años, siempre te recordaré con el mayor cariño del mundo. Porque eres un cabezota; porque crees que eres frío cuando ves color a tu al rededor. Porque no te creíste cuando te dije que tuve suerte de cruzarme contigo en el camino, porque eres la relatividad en persona y a veces la contradicción misma. Porque eres espontáneo, lleno de vida, alocado y divertido.No lo olvides.

Con todo esto, te digo adiós.

domingo, 22 de septiembre de 2013

Reflexiones

Y cuando nuestros ojos se pierdan como dos estrellas en el vacío,
mi corazón dejará de latir,
tan solo quedará el recuerdo de un amor soberbio
fruto de la locura de dos almas solitarias destinadas entre sí...

jueves, 22 de agosto de 2013

Casi seis

Cuando el reloj marque las doce habrán pasado seis veces treinta largos, intensos, maravillosos, confusos y hermosos días.
Días que pasaba a tu lado sin necesidad de estar físicamente contigo.
Días en que nuestras jóvenes almas se compenetraban, enlazaban, fundían e incluso discutían al calor de nuestro corazón.
Antes de contar la una, tus palabras me embrujaron.
Antes de contar las dos, sucumbimos al amor.
Mientras contaban las tres y las cuatro, tu aliento se cernía en mi cuello, mis labios encerraban los tuyos, tu piel rozaba la mía y nuestro calor nos envolvía y protegía del exterior.
Las cinco contaba peligrosa, pues una sombra se cernía, un presagio que decía que las seis no llegarían.
Pues aunque el reloj marque las doce, las seis veces treinta días nunca pasarían, pues el silencio ha robado la alegría que contenían. Mas al aceptar tus besos antes de la una, prometí no darme por vencida.
Y aquí estoy, esperando que el reloj marque las doce sin que la esperanza abandone mi vida.

lunes, 12 de agosto de 2013

De todo corazón

Increíble cómo robas una sonrisa a mis labios, cómo haces que un bache se convierta en tierra llana y firme, cómo acallas el rumor de mis miedos y me empujas a volar alto. 
No quiero más, sólo estar a tu lado y sentirte cerca aún en la distancia; pasar la tormenta y seguir aferrada a tu mano; estar al abrigo de tu corazón. 
Que aunque a veces nos falten palabras y los silencios invadan el espacio entre tú y yo, que las miradas sean las que hablen, que las risas confirmen nuestro amor y que el miedo a perdernos no nos impida crecer junto al otro. 
Yo te prometo no cerrarme nunca más, darte la llave de mi alma y llenarte de sinceridad. Dame a cambio un beso tuyo y tu fuerza al caminar, tu alegría implacable y tu gran personalidad. 
Y que juntos no olvidemos lo más importante; recordarlo cuando las nubes negras amenacen. Y que vuelva a brillar el sol, que de nuevo le robes una sonrisa a mis labios y pasar el bache entre los dos.
Te quiero.